Cuando nacemos somos auténticos, somos naturales y carecemos de una estructura de pensamiento, pero este, pronto empieza a ser ocupado por pensamientos, creencias y conceptos que nos enseñan nuestros padres, hermanos, familia, amigos, la escuela, la sociedad, los medios de comunicación, etc.
Es decir nos crean unos conceptos de cómo deberían ser las cosas, en todos los aspectos de nuestra vida y como deben actuar los demás. Es así como cada persona tiene sus propias creencias y va almacenando un inventario interior formado a lo largo de su vida a través de las experiencias y de sus parejas.
Estas creencias nos afectan positiva o negativamente, en cuanto a lo que creemos de nosotros mismos y de las otras personas. Es decir son interpretaciones personales de la realidad.
Pero también las otras personas tuvieron el mismo proceso y de pronto los conceptos y creencias que aprendieron fueron diferentes a los nuestros.
Y es ahí donde algunos conflictos empiezan, cuando queremos que las otras personas cambien, según lo que nos gusta; cuando queremos imponer nuestro punto de vista; cuando queremos controlar o manipular la vida de alguien; cuando queremos que las cosas se hagan según nuestro criterio; porque según nosotros estamos en lo correcto, de acuerdo a nuestras creencias.
Muchas de estas creencias nos hacen daño y de pronto son erradas pero las defendemos y actuamos cueste lo que cueste, incluso a costa de nuestra propia felicidad y bienestar.
Cuando comprendemos la dinámica, de que cada uno de nosotros, tenemos creencias, conceptos y pensamientos diferentes, aprendemos a respetar, a valorar, a no juzgar, a no criticar a los otros, a ser tolerantes, más comprensivos y a ponernos en el zapato del otro.
Cuando comprendemos que todos formamos parte del engranaje de la naturaleza, que todo cambia y se trasforma, aprendemos a dejar fluir las cosas, a ver fluir la vida como es y las personas como son. Pero también debemos de ser conscientes que si las creencias que tenemos están afectando nuestra vida negativamente, porque tenemos conflictos con todo el mundo, tenemos que reevaluar o modificar nuestras creencias, para permitirnos tener una vida más tranquila, con armonía y paz.
Rubdhy Stella Vargas
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